Hablando de cosas raras... [Katherine & Arianne]

La habitacion se encontraba a oscuras, quizas la luz que asomaba ligeramente por los pequeños y regulares agujeros de la persiana no era lo suficientemente fuerte como para que los ojos del joven pudieran verla. Suspiro con resignación, una mañana mas en la que se levantaba sin demasiadas ganas de nada, algo ultimamente comun en el joven desde que habian dejado de interesarle demasiadas cosas al no poder verlas con toda la claridad con la que lo hacia antes del accidente. Se incorporo y miro la hora, al menos su despertador digital no le fallaba por elmomento, era una suerte no haber perdido la vista completa aunque Jesse no llegara a verlo todavia de aquella manera. Con una sonrisa se dirigio a asearse, vistiendose de manera casual para ir a salir y pasar la mañana entre unas cosas y otras, por suerte o por desgracia tenia hora con el medico para que revisara sus escasos avances y tras escucharlo no le quedaron demasiadas ganas como para seguir paseando. En sus divagaciones estaba cuando logro apreciar el ligero resplandor del cartel que le hacia saber que estaba cerca del destino y, un poco en su pensamientos, comenzo a caminar, chocandose al momento con unas jovenes que no llego a su campo de vision y tardo en saber quien era, mostrando una sonrisa, se levanto y le pidio disculpas, presentandose rapida y formalmente. -Disculpenme, No las e visto, lamento este pequeño accidente, Soy Jesse Welling, 18 años-

Este lugar, tan idéntico y distinto a la vez, caminando por las calles que recorría incontables lunas atrás, hacia pocas horas que había entrado a MysticFalls, cierto era que lo único que me ligaba con este lugar eran recuerdos intangibles, y por supuesto dos viejos amigos que ansiaba encontrar, segura estaba que se encontraban severamente preocupados por mi persona, pensé sarcásticamente. Camine entre las calles buscando algún lugar para que se volviera mi refugio el tiempo que durara mi estadía.
En el camino algo llamo mi atención, era una chica, pero algo en ella me resultaba atrayente, hacia unas horas me había alimentado así que era seguro acercarme sin tener el riesgo de terminar matándole, por lo menos no en publico, su mirada se clavo en mi, dibuje una sonrisa tenia la idea de lo que aquella chica estaría pensando, siempre eh llamado la atención, parte el físico parte la inmortalidad, ladee la cabeza cuando llegue dispuesta a saludar un chico llego hasta donde nos encontrábamos, por su aspecto desorientado no me resulto sorprendente que tropezara.
-No ha pasado a mayores, un placer estaba por presentarme, mi nombre es Katherine... un placer.-Conteste observando al chico, muy bien educado, cosa sorprendente en estos tiempos.